miércoles, 20 de agosto de 2008

Reflexión veraniega

Aprovechando las semanas de vacaciones (que no de descanso) retomo los entrenamientos de cara a Cavalls del Vent. El viernes, subiendo al Yelmo, en la Pedriza me encontré con lo que puede ser mi fiel reflejo:




Y es que empiezo a preguntarme si me ha dado demasiado el sol este verano o es que empiezo a estar yo demasiado desprotegido en la azotea, pero meterse una de las grandes travesías sin conocer la zona y con única compañía de mi mismo, pues seguramente no es lo más recomendable. Que me perdonen las cabras por la comparación..


Pero lo bueno de todo es que no tengo presión ninguna. Es cierto que me he apuntado a la sub-24 horas, y si consigo acabarlo ya tengo mis tres puntitos para el Ultra Trail del Mont Blanc, que por algo hay que empezar. Y si tardo más tiempo, y no salgo en la clasificación, pues tampoco pasa nada. El verano que viene vuelvo y lo intento de nuevo.


El primer objetivo va a ser no perderme, de noche principalmente, aunque haré ese tramo andando. Y si me pierdo, tampoco es un gran problema, es zona de media montaña, tardaré más o menos en encontrar un refugio, pero lo haré. Y luego disfrutar del Parque y de dos días de montaña y reflexión interior.


Y si me tengo que retirar, pues pediré un taxi en cualquier refugio y listo, que lo que más me va a doler es la cartera..


Aquí, en la imagen, un zorrillo que me cruce el domingo en Navafría, haciendo La Horizontal.

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